Aquí seguimos, aunque no lo parezca. Pero todas las obligaciones familiares y personales dificultan mi cita semanal con mi propio blog.
Hace una semana han cambiado la hora en España, al menos hemos tenido un día de 25 horas, lo cual se agradece, aunque cuando devolvemos la hora, en primavera, es fastidioso. A estas alturas ya he asumido totalmente el nuevo horario. Bueno, en realidad tardé un día, porque con los niños no puede uno descansar mucho.
Estaba contando de nuestras vacaciones en el norte, y se me quedan muchas cosas en el tintero, como el paseo por el lago en un patinete (menudas corrientes para ser un lago, sudamos de lo lindo), o del paseo que dimos ese último día a San Antonio de Ibarra, un pueblecito famoso por sus esculturas de madera talladas a mano (aunque hoy en día muchos ya tallan con máquinas). En el link de arriba podéis echar un vistazo a lo que digo.
Desde luego las esculturas en San Antonio no dejan de sorprenderme, hay verdaderos museos y no exagero. Y ya antes de comer nos regresamos de nuevo a ver a nuestros hijitos a Quito.
Todo andaba bien..... mucha casualidad.... pues NOOOOOOOOO, el &*$/"! de mi hijo se tragó en nuestra ausencia una moneda de un centavo de dólar!!!!!!!!!, ver para creer. En la radiografía, la moneda se veía, claramente, en el intestino. Menos mal que la cagó y todo pasó sin mayores problemas.
Por lo demás, contentos del viaje sin incidentes procedíamos ese miércoles a continuar con nuestras vacaciones, pues sin duda, seguiríamos haciendo cosas. Aunque ya no salimos de Quito.
El próximo día comentaré más actividades y experiencias que tuvimos en Quito.
Saludos.
Hace una semana han cambiado la hora en España, al menos hemos tenido un día de 25 horas, lo cual se agradece, aunque cuando devolvemos la hora, en primavera, es fastidioso. A estas alturas ya he asumido totalmente el nuevo horario. Bueno, en realidad tardé un día, porque con los niños no puede uno descansar mucho.
Estaba contando de nuestras vacaciones en el norte, y se me quedan muchas cosas en el tintero, como el paseo por el lago en un patinete (menudas corrientes para ser un lago, sudamos de lo lindo), o del paseo que dimos ese último día a San Antonio de Ibarra, un pueblecito famoso por sus esculturas de madera talladas a mano (aunque hoy en día muchos ya tallan con máquinas). En el link de arriba podéis echar un vistazo a lo que digo.
Desde luego las esculturas en San Antonio no dejan de sorprenderme, hay verdaderos museos y no exagero. Y ya antes de comer nos regresamos de nuevo a ver a nuestros hijitos a Quito.
Todo andaba bien..... mucha casualidad.... pues NOOOOOOOOO, el &*$/"! de mi hijo se tragó en nuestra ausencia una moneda de un centavo de dólar!!!!!!!!!, ver para creer. En la radiografía, la moneda se veía, claramente, en el intestino. Menos mal que la cagó y todo pasó sin mayores problemas.
Por lo demás, contentos del viaje sin incidentes procedíamos ese miércoles a continuar con nuestras vacaciones, pues sin duda, seguiríamos haciendo cosas. Aunque ya no salimos de Quito.
El próximo día comentaré más actividades y experiencias que tuvimos en Quito.
Saludos.