domingo, 26 de octubre de 2008

Personal: Vacaciones en Ecuador (IV). Paseo al Norte (III).

Aquí seguimos, aunque no lo parezca. Pero todas las obligaciones familiares y personales dificultan mi cita semanal con mi propio blog.

Hace una semana han cambiado la hora en España, al menos hemos tenido un día de 25 horas, lo cual se agradece, aunque cuando devolvemos la hora, en primavera, es fastidioso. A estas alturas ya he asumido totalmente el nuevo horario. Bueno, en realidad tardé un día, porque con los niños no puede uno descansar mucho.

Estaba contando de nuestras vacaciones en el norte, y se me quedan muchas cosas en el tintero, como el paseo por el lago en un patinete (menudas corrientes para ser un lago, sudamos de lo lindo), o del paseo que dimos ese último día a San Antonio de Ibarra, un pueblecito famoso por sus esculturas de madera talladas a mano (aunque hoy en día muchos ya tallan con máquinas). En el link de arriba podéis echar un vistazo a lo que digo.

Desde luego las esculturas en San Antonio no dejan de sorprenderme, hay verdaderos museos y no exagero. Y ya antes de comer nos regresamos de nuevo a ver a nuestros hijitos a Quito.



Todo andaba bien..... mucha casualidad.... pues NOOOOOOOOO, el &*$/"! de mi hijo se tragó en nuestra ausencia una moneda de un centavo de dólar!!!!!!!!!, ver para creer. En la radiografía, la moneda se veía, claramente, en el intestino. Menos mal que la cagó y todo pasó sin mayores problemas.

Por lo demás, contentos del viaje sin incidentes procedíamos ese miércoles a continuar con nuestras vacaciones, pues sin duda, seguiríamos haciendo cosas. Aunque ya no salimos de Quito.

El próximo día comentaré más actividades y experiencias que tuvimos en Quito.

Saludos.

domingo, 19 de octubre de 2008

Personal: Vacaciones en Ecuador (IV). Paseo al Norte (II).

Seguimos de viaje por el Norte, pues esos dos días dieron bastante de si.

Para empezar la tranquilidad de estar sin nuestros "queridos" hijitos. Llegamos al hotel sobre las 3 de la tarde y para aprovechar el tiempo nos fuimos a dar una vuelta a Ibarra, la capital de la provincia de Imbabura.

La ciudad no es muy grande, de unos 150.ooo habitantes (menos de la mitad de Alicante). Pero así es mejor, porque es una ciudad tranquila. Como no teníamos mucho tiempo para disfrutar de sus sitios turísticos, nos fuimos a hacer lo mejor que sabemos hacer.... ¡A COMER!.

Nos habían hablado bien de las empanadas de viento, pero al final no encontramos el sitio, así que nos conformamos con unas riquísimas empanadas rellenas de queso y otras de morocho, acompañado de un rico café. Tan buenas estaban, que cuando fui a sacarles alguna foto para el recuerdo ya yacían en nuestros estómagos.

Después de eso, se nos hacía de noche (ya sabeis que en Ecuador anochece a las 18:30 y amanece a las 6:30). Así que para no perdernos en el camino de vuelta regresamos mientras anochecía.

En el hotel aprovechamos para disfrutar de la sala de billar y tomarnos una piña colada. Lo pasamos muy bien, hasta que tuvimos el incidente del viaje. Como soy despistado, en la emoción del momento, golpeé con el palo de billar el vaso de piña colada y derramé su contenido por la alfombra nueva. ¡Qué vergüenza!. Lo pasé fatal y se nos acabó el billar. Normalmente no dejan tomar nada en esa sala, pero como estábamos solos hicieron la excepción. En mala hora.



Pero bueno, de ahí nos fuimos al cuarto a disfrutar del jacuzzi y luego nos acostamos. Nos encendieron la chimenea (nos regalaron un tronco grande) y vimos la tele por cable (aunque sólo había 3 canales). Ahí descubrimos la nueva serie que ahora emiten aquí, "sexy money".

Al día siguiente nos aventuramos a ir a la laguna de Cuicocha, formada en el cráter de un volcán a más de 3000 metros de altura. A esa altura hacía bastante frío y en el paseo en barco peor. Casi no nos embarcamos, porque sólo estábamos los dos, pero llegó un grupo de 14 extranjeros y tuvimos suerte. El señor que manejaba el barco nos iba explicando todas las curiosidades. En la página que pongo de enlace podéis ver más información. Al terminar el paseo, te obsequian con un canelazo, que sin duda se agradece. Hay en la laguna una hostería, pero estando la laguna tan alejada del mundo, sólo valdría la pena quedarse un día.



Por la tarde no fuimos a Atuntaqui, primero a comer una fritada en las famosas fritadas AMAZONAS, (ver imagen de una fritada), y después a dar una vuelta y comprar los típicos pijamas, que se supone que están a buen precio. Y en verdad son buenos y no muy caros.

Después, antes que anocheciera regresamos al hotel a disfrutar un poco de la cara habitación. Pero antes, decidimos probar algunas de las cenas. Ya no recuerdo que comimos, pero sé que estuvo todo muy bueno, muy bien presentado. No era barato, pero realmente vale la pena para el que pueda permitírselo. De nuevo, nuestro gran apetito impidió que haya fotos que muestren los platos.

Y se me está quedando el post muy largo, así que lo dejo aquí y el próximo día más.

Saludos.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Personal: Vacaciones en Ecuador (IV). Paseo al Norte.


Hola de nuevo:

Después de descansar el domingo de la fiestecilla de la boda, llegó el lunes. Ese era el día que mi mujer y yo habíamos elegido para ir a pasar un par de días a una cabaña al orillas del lago San Pablo.

Salimos al medio día, rumbo hacia nuestro mini descanso. Paramos a comer en Guayllabamba, en un restaurante pegado a la carretera, cuyo nombre ni mi mujer, ni yo recordamos, pero donde comimos un riquísimo yaguarlocro de primero y una fritada de segundo. Todo a un precio más que asequible. Continuamos con la panza llena hasta el lago San Pablo, donde está situada la cabaña que habíamos alquilado. El complejo se llama "Puerto Lago".




La carretera para llegar aunque es sólo de un carril de ida y otro de vuelta, está en perfecto estado. Y desde luego, infinitamente mejor que hace 8 años. Eso si, es de peaje, aunque apenas cuesta 60 centavos de dólar.



El lugar es de ensueño, al lado del lago San Pablo, a los pies del Imbabura, el monte que da nombre a la provincia donde nos encontrábamos.



Nosotros nos pillamos la habitación más grande con jacuzzi incluido, la Junior Suite del Capitan. La elección fue la adecuada, a pesar de que me pareció un poco caro, pues en dos días se nos fueron más de 300 dólares. Pero sin duda valió la pena. Como cosas a destacar, además del lugar y del jacuzzi, decir que nos daban 2 atados de leña para cada noche, pero como no había mucha gente en la hostería alguno más nos regalaron. Las habitaciones cómodas y amplias y el servicio el que se espera de un lugar como este. Como ilustración os pongo algunas fotos, de un poco de todo.




A destacar los desayunos, no perdonamos ni uno. Y estaban de buenos.... (mi cara no la tengan en cuenta, amables lectores, es de pura emoción ante la canoa de frutas más las tostadas).





Y esto es sólo el principio, hicimos unas cuantas excursiones que iré detallando en días sucesivos.

Saludos.

sábado, 4 de octubre de 2008

Personal: Vacaciones en Ecuador (III). La boda mi mi cuñada Paulina.

Hola de nuevo:

Al día siguiente de mi llegada tenía justo la boda religiosa de mi cuñada Paulina. Pero antes nos había llamado a las 8 de la mañana Carmita, una amiga para invitarnos a desayunar en un bufete de desayunos llamado "La Suiza".

Así que tocó madrugar después de la fiestecita del día anterio y nos fuimos al sitio con ella y con su esposo Alix.

El bufete era de lo más completo, había todo tipo de platos fríos y calientes. Desde los típicos cereales con leche, a los típicos huevos revueltos, pasando por frutas y zumos de todo tipo, carnes y bacon. Hasta arroz había.

Así que nos pusimos todos hasta arriba de comer, pues ya estaba pagada la entrada y había que aprovechar. De una desayuné y casi comí, porque comí unos 3 platos de rica comida.

Y llegaba en la noche la boda, en la iglesia de Guapulo, . Muy bonita la iglesia. No hay mucho en Internet (como pasa con todos los sitios ecuatorianos bonitos, :-( ) pero podéis ver en ese link algo de ese lindo santuario. También dejo una foto.



La ceremonia fue rápida, más de lo previsto, porque como estabamos los últimos en la lista, ya iba todo con retraso y casi no llegábamos al banquete.Había una cantante que también me imagino que tuvo que recortar el repertorio.


En la lista de curiosidades decir que la hija de la Puly y mis tres hijos también participaban como pajes, llevando los anillos y esas cosas, aunque mi hija pequeña no quiso participar. Al menos se portaron bien y no reventaron la ceremonia como era nuestro temor. La niñera que habíamos contratado, ya se había hecho con ellos y se portaron bastante bien.



Después nos fuimos a la recepción. El nombre del lugar es "la mansión de la Colina", en la zona norte de Quito. Todo estaba muy bien organizado. Me encanto toda la rececpción. La decoración estaba increible y la comida fue exquisita. El servicio estuvo a la altura de las circunstancias y lo pasamos muy bien.


Realmente fue uno de los mejores banquetes de boda a los que he ido nunca. Nosotros nos fuimos a casa en la madrugada, 1 o 2 de la madrugada, aunque me consta que los novios se amanecieron en casa de Fabiola (mi otra cuñada), quedándose de fiesta hasta las 8 de la mañana.



Aquí dejo unas fotos del evento como recuerdo de un día muy feliz.




Y a la Puly mucha suerte en su matrimonio y en su vida. Felicidades a Juan Fernando y a Paulina.



Saludos.