CONCLUSIONES
Evidentemente, llevar a cabo este nuevo sistema exigiría una priorización de la inversión en educación brutal. Pues habría que duplicar o triplicar las infraestructuras actuales, además de preparar profesores mucho más capacitados. Eso por no hablar del aumento de salarios de dichos profesores o del aumento del gasto en infraestructuras.
Pero, o tenemos claro que la educación es prioritaria para nuestro avance como sociedad o seguiremos tirando el dinero en este sistema viejo, caduco e inútil, que nos está arrastrando a la cola de Europa. Si no hacemos nada, dentro de 100 años nuestros nietos se encontrarán con niveles de desarrollo sensiblemente inferiores a los de nuestros vecinos europeos o americanos.
Llevar a cabo este cambio de mentalidad en los gobernantes y en la sociedad, que valoran la educación de nuestros hijos mucho menos que otras cosas es imprescindible para poder lograr la mejora educativa necesaria.
Y aquí termina esta miniserie.
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