martes, 13 de marzo de 2012

Personal: Punto de ruptura

Hola a todos:

        En matemáticas se define el punto de ruptura, como aquel punto a partir del cual, la expresión matemática de una función cambia.

        En mi caso, el punto de ruptura es aquel en el cual, las circunstancias externas de diverso tipo, hacen que me sumerja en la tristeza, la ansiedad y el estrés.

         En los últimos años, he rebasado ese punto en algunas ocasiones y me "he roto". Claro que con el paso de los meses he salido adelante y he vuelto a la normalidad.

          Hoy he vuelto a atravesar el punto de ruptura. Me siento mal. Las diversas presiones exteriores y las personas que me rodean en la vida (mujer e hijos, básicamente) me llevan a este punto. Ahora mismo, tengo un tic en el ojo (apenas perceptible, pero muy molesto) debido a la ansiedad y cada vez es más habitual. Todos los problemas han acumulado un sufrimiento que ahora emerge.... y yo me sumerjo.

         Porque en este estado, soy capaz de lo peor. No controlo lo que digo. Hiero a la gente que más quiero. No quiero hablar. Sé que no debo decir nada más que trivialidades. No pelearé con nadie. No diré nada. Me sumerjo. Me toca pasar, como pueda, esta travesía en el desierto. Porque aun así, tengo que ocuparme de traer el dinero a casa para poder vivir, tengo que ayudar en casa con los niños y con la propia casa, tengo que ayudar a mis alumnos a sacar adelante el curso. 

          Yo he pasado el punto de ruptura, pero mis obligaciones siguen ahí. Y nadie las va a hacer por mi. Nadie me va a dar una palmadita en la espalda. Nadie me dará un soplo de ánimo. Nadie. Nadie.

            Y me siento mal, sin ganas de nada, mi ojo sigue vibrando... otra vez más, pintan bastos. A sufrir... estoy cansado de sufrir, ¿Cuándo me libraré de todo este dolor?, ¿Cuándo desaparecerá la apatía?.

             Mi cuñada dice que soy un "morelio" (proviene una personaje de telenovela llamada Morelia que siempre se queja de todo y es una víctima), tendrá razón. Pero el sufrimiento en mi interior es real, aunque desde fuera pudiera no estar tan justificado.

Un saludo.

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