Hola de nuevo:
Este mes de noviembre, como casi siempre, se me está haciendo muy largo. Todos los días hay cambios sobre el programa previsto. Siempre me surge algún cambio debido a que me llaman de forma inesperada para clases o para reparar ordenadores. O sino un negocio nuevo en mi empresa que está en ciernes pero que puede representar un cambio de horario importante.
El caso, es que tanto cambio me lleva loco. Es muy estresante, me levanto las mañanas con una mezcla de cansancio, sueño y ansiedad. Y eso me lleva loco.
Trato de adaptarme lo mejor que puedo, pues llevo 25 años trabajando sobre mi mismo los cambios diarios de la vida. Pero por más que lo intento, no puedo evitar la ansiedad. Logro controlarla al cabo del rato, pero me gustaría que no apareciera.
Algún ejemplo, me llama una alumna para una clase adicional el jueves por la mañana (8:30) el día antes por la noche........ mi mujer no se acuerda de avisarme que tiene que ir al médico el jueves, yo concerto la clase. Luego me avisa ella que tiene médico y que tengo que llevar a los niños al colegio.... pero tengo la clase. Al final, pudimos arreglarlo, pero no veas como me mata eso. Eso si, cuando supero estas situaciones me siento aliviado y feliz. Orgulloso de un nuevo logro, y a la espera del siguiente reto (donde la ansiedad me espera de nuevo).
Y que conste que estoy contento, porque más trabajo es más dinero, y de eso uno nunca está sobrado (y menos con 3 hijos). Pero esa ansiedad.... como la odio.
Ahora es domingo por la noche, estoy tranquilo, veo las cosas de forma más positiva. ¿Qué deparará esta semana?. Eso es lo bonito de la vida, que no lo sabemos, pero a mi me mata.
Un saludo.
Este mes de noviembre, como casi siempre, se me está haciendo muy largo. Todos los días hay cambios sobre el programa previsto. Siempre me surge algún cambio debido a que me llaman de forma inesperada para clases o para reparar ordenadores. O sino un negocio nuevo en mi empresa que está en ciernes pero que puede representar un cambio de horario importante.
El caso, es que tanto cambio me lleva loco. Es muy estresante, me levanto las mañanas con una mezcla de cansancio, sueño y ansiedad. Y eso me lleva loco.
Trato de adaptarme lo mejor que puedo, pues llevo 25 años trabajando sobre mi mismo los cambios diarios de la vida. Pero por más que lo intento, no puedo evitar la ansiedad. Logro controlarla al cabo del rato, pero me gustaría que no apareciera.
Algún ejemplo, me llama una alumna para una clase adicional el jueves por la mañana (8:30) el día antes por la noche........ mi mujer no se acuerda de avisarme que tiene que ir al médico el jueves, yo concerto la clase. Luego me avisa ella que tiene médico y que tengo que llevar a los niños al colegio.... pero tengo la clase. Al final, pudimos arreglarlo, pero no veas como me mata eso. Eso si, cuando supero estas situaciones me siento aliviado y feliz. Orgulloso de un nuevo logro, y a la espera del siguiente reto (donde la ansiedad me espera de nuevo).
Y que conste que estoy contento, porque más trabajo es más dinero, y de eso uno nunca está sobrado (y menos con 3 hijos). Pero esa ansiedad.... como la odio.
Ahora es domingo por la noche, estoy tranquilo, veo las cosas de forma más positiva. ¿Qué deparará esta semana?. Eso es lo bonito de la vida, que no lo sabemos, pero a mi me mata.
Un saludo.
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